Entrada la noche, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio las primeras cifras oficiales, que ubicaron al mandatario y candidato del Movimiento Alianza País con el 56,7% de los votos válidos. Al cierre de esta edición se había escrutado el 50,24% de las actas, pero las cifras ya mostraban una tendencia irreversible.
En segundo lugar se ubicó el derechista Guillermo Lasso, del partido Creando Oportunidades (Creo), con 23,3% de los sufragios. En tercer lugar quedó el ex presidente Lucio Gutiérrez con el 6,06% de las preferencias, seguido por Mauricio Rodas con 4% y el empresario Álvaro Noboa con el 3,75% de las preferencias electorales.
Un total de 11 millones de ecuatorianos estuvieron habilitados para votar y elegir al próximo presidente y vicepresidente, además de asambleístas nacionales y diputados al Parlamento Andino.
Por la mañana de este lunes, el CNE dará los resultados finales en los comicios parlamentarios, pero todos los cálculos apuntan que Alianza País obtendría la mayoría en la Asamblea Nacional.
Victoria y radicalización
Los alrededores del Palacio de Carondelet, en Quito, se mantuvieron con una ebullición permanente hasta entrada la noche. Antes de las cinco de la tarde, las personas se reunían y no dejaban de llegar, anunciando una noticia a voces: el triunfo del presidente Correa.
El mandatario salió a uno de los balcones de la Casa de Gobierno, rodeado por la mayoría de sus ministros y ministras, para dar sus primeras declaraciones, en momentos en que las encuestadoras habilitadas por el CNE confirmaban su triunfo por una ventaja nunca vista en Ecuador.
Además de estas palabras desde Carondelet, Correa encabezó una rueda de empresa y una entrevista que se emitió en Ecuador por cadena nacional. Antes de que se conocieran los resultados oficiales, el mandatario apareció nuevamente en las alturas de la Casa de Gobierno ante una marea de seguidores que no dejaban de festejar y agitar banderas.
En sus intervenciones, el Jefe de Estado expresó que se había alcanzado “una victoria popular” y no escatimó en la autocrítica, remarcando que su gobierno todavía debe superar falencias y radicalizar la Revolución Ciudadana.
Correa destacó que ha quedado legitimada su gestión y la decisión del pueblo ecuatoriano, dando un duro golpe a los políticos y dirigentes del pasado. Afirmó también que “revolución es cambio profundo y rápido”, en un proceso desarrollado en “paz”, porque “nuestras balas son los votos”.
Correa recordó que “debemos marchar cada vez más organizados”, porque existen fuerzas nacionales e internacionales que tratan de “rompernos la moral”. Resaltó además que en Ecuador ya no mandan la “bancocracia y la partidocracia”, como tampoco el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los “países hegemónicos”. “Aquí mandan ustedes, el pueblo ecuatoriano”, apuntó.
Aunque todavía no se conocían los resultados de las elecciones parlamentarias, el mandatario enfatizó que la nueva Asamblea Nacional tendrá que trabajar por una ley de comunicación “que logre una prensa más decente” y “que regule los claros excesos que tiene cierta prensa en Ecuador”. El país necesita una prensa “que realmente informe, sin censura previa, pero si con responsabilidad ulterior, que nadie esté por encima de la ley”, señaló.
Otras normativas pendientes en la Asamblea Nacional están referidas a la regulación de la tierra y el agua.
Correa indicó en el plano económico que en Ecuador “está viniendo la inversión extranjera, en el supuesto que no viniera se están alcanzando los objetivos: crecimiento con generación de empleo, reducción de la pobreza y la desigualdad, pero lo que nunca va hacer este presidente y nuestra revolución es hipotecar al país en función de la inversión extranjera”.
La inversión extranjera es el medio y no el fin para generar empleo, reducir pobreza, disminuir desigualdad, diversificar esa matriz energética, refirió el Jefe de Estado.
Correa analizó que Ecuador es el eje de economía más exitosa de América Latina, donde se han creado activos fijos, pero “la quieren medir como flujos de capitales. Si yo privatizara PetroEcuador la contabilizarían como inversión extranjera porque la miden por la privatización. No se dejen engañar, a mí no me van a sorprender, manejo bien estos temas”.
El mandatario también previó que en su gabinete de gobierno no habrá mayores cambios en las autoridades, sin embargo aclaró que esto será una decisión que tomará en equipo con el Movimiento Alianza País.
Respaldo latinoamericano
Al cierre de esta edición, los gobiernos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití ya habían manifestado sus felicitaciones a Correa, por su amplio triunfo en los comicios.
La cancillería venezolana emitió un comunicado en el que remarcó que los resultados electorales demuestran “una victoria de la dignidad del pueblo ecuatoriano y una nueva lección para los poderes fácticos que han fracasado en el intento de obstaculizar su camino hacia la consolidación de la independencia, la soberanía y el buen vivir de todos”, informó AVN.
A su vez, el Jefe de Estado cubano, Raúl Castro, saludó, a través de una carta, la “contundente victoria” de Correa y aseguró que este resultado es la “expresión del apoyo irrevocable a la Revolución ciudadana”.
“Te reitero la voluntad del Gobierno y pueblo cubanos de estrechar, aún más, los fraternales vínculos que nos unen”, agregó el líder revolucionario.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, indicó que su país se “alegra” por “compartir la reafirmación de tu mandato, arropado con tanta fuerza y amor de pueblo”.
Ecuador “seguirá dándole al mundo ejemplos vivos de democracia y de brillante desempeño político económico y social”, añadió el dirigente sandinista.
Por su parte, el presidente de Haití, Michel Artelly, a través de su cuenta en twitter @MichelJMartelly también expresó sus felicitaciones a Rafael Correa.
Fuente: www.marcha.org.ar
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